...hace un año, mi hermano le dedicó éstas palabras, que hoy recupero:
Maribel.
Unos ojos tan vivos que aún siguen
cada día y cada noche en mi recuerdo...
La libertad por bandera en cada gesto
y la paz de quien en conciencia vive
Un cuerpo menudo y en su adentro,
un corazón de India apasionada
Unos brazos eternos que abrazaban
desde un alma tan clara como el cielo
La sonrisa, Villén, que enamoraba
el carácter, Pascual, ladra y no muerde.
Buena, alegre, leal y confiada.
Siempre habrá quien la quiera y quien la recuerde
Su voz, su piel, su aroma, su mirada
y su lema: lo que no se da, se pierde.
Descansa en paz.